Desde que aparecieron en el mercado,
las bolsas de hidratación han hecho más sencilla la costosa tarea
de mantenerse hidratado mientras realizas una intensa actividad
aeróbica. Usadas por corredores de montaña, alpinistas, esquiadores
y ciclistas entre otros, son muy populares en el mundo de los
deportes en montaña, pudiendo encontrar hoy un extensísimo catálogo
de modelos y marcas, desde las baratas bolsas propias de grandes
superficies deportivas hasta las caras y extendidas mochilas
compactas de hidratación.
Es evidente que ofrecen muchas
ventajas. Pero también tienen sus contras y sus detractores.
Yo usé durante varios años estas
bolsas, pero las dejé de usar por los “problemillas” que
generalmente suelen presentar:
Camelback. Un clásico que da nombre genérico a estos accesorios |
Muchos modelos son difíciles de llenar
y limpiar fuer de casa debido a su boca pequeña, en invierno es muy
muy habitual que se congele el tubo o manguera aunque no haga
demasiado frío, suelen acabar dando gusto a plástico al agua, como no andes con ojo te quedas sin agua sin previo aviso y las
costuras soldadas que hacen de bordes a veces no son demasiado
duraderas.
Algunos de éstos problemas se
solucionan poniendo un poco de atención al usar las bolsas, pero
siempre he preferido dedicar mi concentración a la actividad antes
que al material.
Modelos sencillos y funcionales. Todos buenas opciones. |
No obstante la semana pasada decidí
darle una nueva oportunidad a este tipo de cantimploras y compré un
modelo económico pero de marca reconocida. Me decidí por él tras
hacer un pequeño estudio de mercado entre los modelos más
habituales (y otros no tanto).
Lo primero que me parecía importante
era la durabilidad, ya que los tres modelos que usé hace años se
acabaron rompiendo por los bordes soldados. Mirad esto con
detenimiento al elegir vuestra bolsa, que tenga buen termosoldado y
el aspecto sea duradero.
Lo del rellenado y la limpieza para mi
es secundario ya que la limpieza la hago en casa con un cepillo para
termos y funciona genial. Y el rellenado es algo más complicado con
una boca estrecha pero no me parece algo demasiado importante en este
tipo de cantimploras.
Como también busco ligereza, no quería
bolsas demasiado elaboradas o con detalles innecesarios para mí.
Finalmente miré precios porque no
quería gastarme 40 euros en una bolsa de plástico con un tubito
para chupar... Y por 20 encontré algo decente.
Tras valorar varios modelos me decidí
por la renovada versión del Platypus Hoser 2.0 de Cascade Designs.
Cumple todos los requisitos que quería en la bolsa, está bien de
precio y es sencillo encontrar repuestos y accesorios para él.
Ya usé este modelo hace unos años con
un resultado regular. Pero lo han renovado mucho, empezando por el
material con el que está fabricado: Antes era como una botella de
agua pero algo más flexible y ahora utiliza el mismo material
“gomoso” y flexible que Camelback.
Las soldaduras parecen recias y bien
acabadas (esto fue lo que me dio más problemas en su momento, pero
creo que era por el material menos flexible que usaban) el sistema es
sencillo y efectivo y le han añadido algunos detalles como el asa
para colgar y la eliminación de bordes angulosos, lo que hace más
difícil que se acabe rompiendo por el borde.
Antigua versión del Hoser 2.0 |
Y versión actual |
Lo de que no se congele el tubo es más
complicado. La experiencia me dice que lo que mejor funciona es
soplar en el tubo tras beber para eliminar el líquido que podamos de
él y añadirle una funda que bien podemos comprar o fabricarnos
nosotros mismos con neopreno u otro material aislante.
Una mochila que incorpore en una
hombrera un compartimento aislado para este fin será probablemente
la mejor opción (mi Covert de Black Diamond lo tiene ;-) ).
Evidentemente debemos tener en cuenta
que es un material que sufre bastante en su uso habitual y por lo
tanto se acabará desgastando o rompiendo. Pero el tiempo que nos
dure debe ser razonable.
Detalle de la boquilla del Platypus. Con morder un poco basta para que salga el líquido |
Otros modelos muy interesantes son el
Widepack 2 L de Source, el Reservoir CXC 2 L de Nalgene, el Antidote
70 de Camelback y el Reversible Elite Reservoir 2L de Hydrapak. Éstos
son los que he valorado de marcas reconocidas, aunque seguro que hay
otras opciones de marcas menos conocidas o especializadas que
funcionan bien. Lo que sí desaconsejo es usar una barata marca
Quechua, Cup´s o similares... Beberéis a disgusto y os durarán
muy poco...
JAME MORENO MONTES
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