Hace ya
unos cuantos años, dando mis primeros pasos en esto de trepar por piedras
empinadas, estaba en la pared de la Presa, al lado de la Laguna Grande de
Peñalara, pasando un agradable día de escalada. Era uno de mis primeros días de
coqueteo con la autoprotección. Tras parcticar en el suelo y hacer un par de
vías fáciles colocando empotradores y friends del Club de Montaña de Ciencias
Geológicas, del que era miembro, me decidí a probar una vía algo más difícil y
expuesta. Pertrechado con los viejos Calma “Amigos del Galayar” (friends
españoles de vástago rígido) inicié los primeros pasos en la vía. A dos metros
del suelo metí un friend pequeño en una buena fisura, y a otros dos metros metí
otro friend que no quedaba demasiado bien, pero era lo que tenía. Cuando
sobrepasé el segundo friend y estaba peleando un paso, se rompió el canto donde
apoyaba mi pie derecho... Caí sin esperarlo, pero tuve suerte y llegué al suelo
de pie, pudiendo amortiguar algo la caída de 5 metros; Y digo que tuve suerte
porque si llego a caer de otra manera y me doy en la cabeza, a lo mejor no
estaba escribiendo esto: Mi casco estaba alegremente colocado al lado de mi
mochila, y no en mi cabeza que era donde debería estar.
A lo mejor esta anécdota no os dice nada,
pero a mi me hizo darme cuenta de que sólo tenemos una cabeza, y hay que
cuidarla si queremos seguir escalando muchos años... Desde entonces me pongo el
casco hasta para hacer V+ de deportiva. Así que no queráis emular a los lolos
de las revistas y proteged vuestro coco, que la mala caída acecha en cualquier
largo...
Homologación
y normativa
Los
cascos protegen la cabeza disipando la energía del impacto. Lo hacen de dos
maneras:
•
Por
deformación de la estructura del casco
•
Por
amortiguación: Bien a través de cintas que separan el casco de la cabeza (Ecrin
de Petzl), bien por el uso de espuma de poliestireno (ligeros).
Partiendo
de este principio de funcionamiento, deben pasar unos ensayos para obtener la
certificación CE (Conforme Exigencias) y estar normalizados y homologados para
entrar en el mercado.
* Podéis consultar estos ensayos con más detalle en la web de la UIAA, Standard
UIAA-106 ó en AENOR EN-12492.
Tipos
de cascos
Básicamente
existen dos tipos:
- Cascos de termoplástico: Generalmente la carcasa es de policarbonato y la amortiguación interior es una capa de espuma de poliestireno o unas cintas que separan el cráneo de la carcasa del casco. Son los cascos multiactividad por excelencia, los más resistentes y duraderos.
Casco de termoplástico
- Cascos ligeros: A una fina capa de poliamida o policarbonato que hace las veces de carcasa, va unida una gruesa capa de poliestireno o polipropileno expandidos. Son los de tipo bicicleta. Son los más ligeros y generalmente mejor ventilados.
Casco ligero
Existen otros tipos
de cascos, como los de fibra de vidrio o fibra de carbono, los que mezclan en
toda la estructura el termoplástico y el poliestireno, los que incorporan
kevlar, los ligeros que prescinden de la capa exterior fina de termoplástico
(como el Sirocco de Petzl) o los ligeros a los que se puede añadir una
“armadura” de policarbonato para algunas situaciones (Alpine Shield de Wild
Country).
Generalmente se
recomiendan los cascos de termoplástico para actividades intensas o donde un
impacto en la cabeza sea bastante posible (alpinismo, big wall...) y los
ligeros para otras actividades como escalada deportiva, esquí de montaña...
Sea cual sea vuestra elección, aseguraos que
el casco se ajusta bien a la morfología de vuestra cabeza y que es fácil de
regular. Pero sobre todo aseguraos de echarlo en la mochila (ojo con apretar
dentro los ligeros...) y de llevarlo puesto cuando estéis en faena.
Jaime Moreno Montes
Bibliografía
•
“Seguridad
y riesgo Vol. II” . Pit Schubert
•
www.theuiaa.org
•
www.cañonismo.com
(diagramas)
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