Este apetecible
descenso nos lleva hasta uno de los valles del Parque Nacional. Un recorrido en
coche que no se puede olvidar nos deja en el pueblo de Escuaín, famoso por los
miradores de rapaces que se alcanzan desde el mismo.
Foto: Garganta de Escuain y Fuente del Yaga
El camino que desciende
a las fuentes del Yaga sale pegado a la iglesia y cruza el barranco del Lugar,
desde el que se puede enlazar con nuestro descenso a través de varios rapeles,
el más largo de 30 metros.
Optamos por bajar
andando y alcanzamos la cabecera del barranco. Me recuerda mucho al Viandico
por lo abierto del mismo y por el interés que despiertan las formas geológicas
que nos rodean. El barranco termina con un rapel de 15 metros que se puede
saltar, optamos por montar las cuerdas y descender por el mismo. Una vez sin
neoprenos, la subida nos lleva media horita hasta llegar al coche.
Foto: Flotando en las aguas azules de la Garganta de Escuaín.
La merecida comida la
hacemos en Escalona, donde un menú nos lleva directos a la siesta.
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