ORDESA MAGICO. DIA 15 DE AGOSTO






Hoy nos espera un día duro; nos levantamos y después de coger fuerzas en el desayuno, emprendemos el camino hacia el Valle de Chistau. El camino se hace bastante largo ya que por la pista de Biados no se puede circular muy rápido. Sobre las 11.00 llegamos al refugio de Biados y empezamos a caminar. Nuestra primera misión: cruzar el río Cinqueta de Añes Cruces por el puente de la Palanca para comenzar a subir hacia el collado de la Forqueta. El camino va por sombra y se hace bastante agradable.








En un par de horas alcanzamos un pequeño nevero donde algunos se divierten haciendo fotos y transportando nieve de un lado para otro.






En una hora mas estamos en el Ibon D’Es Millars. El agua esta cristalina y dan ganas de bañarse…, pero nuestro destino es un ibon un poco mas arriba el D’Es Lenes a 2508 m. Cuando llegamos a él, es la hora de la comida y disfrutamos de un buen día dándonos un baño y alimentándonos.


El grupo esta bastante bien de fuerzas así que decidimos terminar el círculo por el collado de la Solana. Para ello recorremos un inmenso caos de bloques hacia el Ibon de la Solana y así poder bordear el Pico del mismo nombre y el Puntal de Barrau. El camino se pierde bastante y se hace bastante duro alcanzar el collado, al otro lado una bajada de piedra y hierba bastante empinada nos espera…comienza a llover un poco. La primera parte de la bajada es bastante empinada, así que la hacemos deprisa para evitar que el césped este muy mojado. Finalmente llegamos a una pequeña cabaña de un pastor, bastante bien acondicionada, donde descansamos un rato y emprendemos el camino de nuevo. Ha venido el pastor y nos ha indicado el mejor camino para bajar desde aquí hasta el coche.
De nuevo el camino se pierde bastante y esta lloviendo fuerte, así que nos cuesta bastante salir de este valle pero por fin alcanzamos el bosque y retomamos un buen sendero, que en una hora y media más, nos deja en el camping. La jornada ha sido bastante dura y nos merecemos unas cervecitas…hoy no se la salta nadie, excepto el conductor.
Emprendemos el camino al hotel, cuando llegamos, solo tenemos tiempo para cenar y pronto vamos cayendo hacia las habitaciones…mañana será otro día.

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