SEMANA SANTA EN BENASQUE 2014

El miércoles puntuales salíamos desde los Nuevos Ministerios de Madrid, Raúl, Carolina y yo hacia Zaragoza para recoger al resto del equipo.
Entre charlas y anécdotas el viaje se nos hizo bien corto y a las 19:30 estábamos en la estación de Delicias de Zaragoza. Mientras esperábamos a Diego y Laura tomamos un café en la misma estación.
Ya sólo faltaba Quique, con el que nos reuniríamos en el hotel, ya que iba desde Jaca con su coche.
En Graus paramos a cenar y en poco más llegamos a Castejón de Sos donde tras distribuirnos en las habitaciones nos fuimos a dormir para reponer fuerzas.

El jueves tuvimos un día excepcional en el valle de Benasque. Hicimos una buena excursión con raquetas desde Llanos del Hospital hasta el Forau de Aigualluts, donde comimos y disfrutamos de las vistas de las cumbres del Aneto y las Maladetas.
Fue el único día que nos calzamos las raquetas ya que el calor de las últimas semanas ha fundido el manto nivoso en cotas bajas, y del hospital para abajo a penas queda alguna vertiente umbría con algunos neveros.
Nadie del grupo se había calzado unas raquetas y fue una experiencia divertida y gratificante. ¡Con ese tiempo cómo no!
A media tarde disfrutamos de unas bebidas fresquitas y unas patatas bravas en Benasque... ¡Nos lo hemos ganado!

Llegando al Forau de Aigualluts

Cascada de Aigualluts

Al día siguiente decidimos hacer una preciosa excursión hasta las cascadas de la Aigüeta de la Vall. Saliendo desde el santuario de la virgen de Guayente y por un cómodo camino sin pérdida, aunque con alguna rampa que nos hizo sudar, llegamos a las cacadas, que bajan espectaculares en esta época del año. Un receso para disfrutar de las vistas y la sombra y hacer las fotos pertinentes y bajamos por la Aigüeta de Eriste hasta el pueblo que le da nombre. Un refresco para mitigar el calor veraniego que nos estaba acompañando y comida a orillas del pantano de Eriste.
Luego fuimos a visitar el pequeño pueblo de Anciles, donde un paseo por sus calles siempre es relajante...


El tiempo soleado nos siguió acompañando el sábado en el Valle de Estós. Este bello y concurrido valle nos hizo disfrutar de sus paisajes y de su cómodo paseo. Llegamos hasta el refugió de Estós, donde estuvimos comiendo en la terraza y descansando los pies antes de regresar por el mismo camino por el que habíamos subido.
Nos dirigimos al hotel a darnos una ducha y a cambiarnos de ropa y fuimos al pueblo de Sahún, donde en la quesería artesana del pueblo disfrutamos de una cata gratuita de quesos y vino del valle de Benasque. ¡Todos riquísimos! Yclaro... Alguno ha venido para casa ;-)


Espectacular como siempre Estós...
¡¡Productos de la tierra!!

La suerte que estábamos teniendo con el tiempo nos abandonó el domingo y amaneció con niebla y lloviendo. Pero como siempre hay que tener actitud positiva, salimos del valle en dirección a Alquézar, en plena Sierra de Guara, donde tras visitar el pueblo, hicimos la ruta de las pasarelas del río Vero, un tranquilo y bonito paseo que la lluvia nos dejó disfrutar bajando su intensidad y tamaño de gotas...
Y algo mojados pero muy contentos emprendimos el viaje de regreso, no sin antes parar a comer en Siétamo, en ese horno que tantas veces nos hace disfrutar al regreso del Pirineo...

En las pasarelas del Vero

¡¡Un abrazo a todo el grupo!! ¡¡La próxima más y mejor!! Aunque sea difícil ;-)
























No hay comentarios:

Publicar un comentario