CERRO TRONADOR. ASCENSIÓN A UN VOLCÁN PATAGÓNICO

El Tronador desde Pampa Linda
Durante los primeros meses de 2007, de Enero a Junio, realicé un viaje de escalada por Sudamérica. Manu, Jorge y más tarde Luis, fueron mis amigos y compañeros de cordada durante los meses que anduvimos de montaña en montaña y de pared en pared, recorriendo desde el sur de Patagonia hasta la cordilera Huayhuash de Perú. Fueron unos meses increíbles en los que conocí mucha gente, escalé mucho y llené mi cuerpo y mi mente de experiencias vitales que me acompañarán siempre...

Parte final de la aproximación
En la primera semana de Abril, tras estar diez días escalando en la zona conocida como Frey,a orillas
de la laguna Toncek, decidimos ir a escalar el Cerro Tronador, que es el pico más alto de la zona.
Los cóndores volaban bajo nuestros pies
Este pico, que es un volcán geológicamente activo, hace de frontera entre dos parques nacionales argentinos: el Vicente Pérez Rosales y el Nahuel Huapi.


 De sus laderas descienden varios glaciares dando lugar a un entorno espectacular. De sus tres cumbres, la más alta es la llamada Cumbre Internacional (porque es la que hace frontera entre Argentina y Chile) con 3491m.                             Le sigue la Cumbre Chile con 3320m y después la Cumbre Argentina con 3200m.
Su nombre nos recuerda la cantidad de desprendimientos de roca y hielo que suceden en sus cumbres.



Nuestro objetivo era la Cumbre Internacional...

Desde Bariloche tomamos un autobús (allá colectivo) que nos dejó en Pampa Linda, una de las entradas del parque Nahuel Huapi. Allí nos registramos en la casa de la gendarmería y de los guardaparques. Desde este lugar se tienen unas vistas preciosas del pico.
Tras una curiosa y a veces poco definida aproximación entre cañas Colihues  y Lengas (vegetación autóctona) en la que no parecía que estuviésemos en un paraje cercano a la alta montaña, llegamos a las inmediaciones del refugio  Otto Meiling, a 2000m, desde donde parten las ascensiones al Tronador.
Subimos a la cumbre de la derecha. Más o menos por la arista de su lado izquierdo


Plantamos la tienda y tras fotografiar cóndores, una sesión de fotografías nocturnas y unos buenos desprendimientos en nuestra montaña nos fuimos al saco a dormir un rato.

Anochece en el Otto Meiling desde nuestro vivac

De buena madrugada ya estábamos Manu y yo listos y encordados para acometer la jornada de alpinismo.
Siguiendo las huellas que el día anterior habían dejado un guía y su cliente fuimos ganando altura rápidamente. En un momento dado decidimos que la uella daba un rodeo demasiado grande y decidimos seguir por un sitio más empinado pero más corto. Craso error. De repente, una grieta del tamaño de tres autobuses nos cortaba el paso. No había manera de cruzarla si no era montando un tinglado de cuerdas, destrepes y demás, al que no estábamos dispuestos. Media vuelta.

Los chavales
Ya a estas alturas habíamos decidido subir a la Cumbre Argentina, más sencilla (  :-(   ) pero más segura: No paraban de caer piedras y hielo desde la Cumbre Internacional.

De nuevo en la huella seguíamos progresando a buen ritmo cuando algo comenzó a frenar nuestro avance.
- ¿Jaime te has cagado tío?
- Yo que va. ¿Y tú? Porque aquí huele a mierda que alimenta...

Tras ir al baño (por separado of course...), hacer aguas mayores y comprobar que nuestros calzoncillos seguían bien limpitos, nos empezamos a mosquear porque el hedor persistía...
- Oye tú ¿Esto no era un volcán?
- Sí... ¡¡Coooooooooooooooooooño!!

Amanece en el Tronador
Manu, como buen geólogo, y yo, como buen casi-geólogo, nos dimos cuenta que el olor procedía del azufre asociado a los volcanes en sus zonas de expulsión de materiales. Satisfechos con el descubrimiento y porque el olor no viniera de nosotros continuamos progresando por el glaciar.

Al llegar a la rimaya (grieta que se forma entre el glaciar y la pared de la montaña) decidimos cruzarla sin encordar y progresar de esa manera ya que lo veíamos sencillo. Pero de repente el terreno se empinaba y el hielo era negro y duro, así que decidimos hacer un par de largos. Manu hizo el primero por una rampa de hielo de unos 65º hasta una gran repisa bajo la cumbre. Luego seguí yo por terreno similar hasta la antecima, desde donde continuamos unos metros hasta la cumbre ya sin asegurarnos.


La roca en la cumbre y alrededores era la mayor ponzoña que he visto en mi vida: Rota por todas partes, no había canto que no se moviese y había que tener mucho cuidado. Así que decidimos no llegar hasta lo más alto de la cumbre por miedo a que se desmoronase...
Fotos, abrazos, vídeos unos tragos y para abajo.

Fotos de cumbre




Buscando un rápel...



¿Eso aguantará no?















Buscamos un lugar lo más decente posible para hacer un rápel y evitarnos destrepar los largos de cuerda que habíamos hecho.

Encontramos viejas cintas y cordinos en el único lugar donde parecía seguro montar un anclaje.


Reforzamos la instalación y para abajo.

Jugando...
Descendimos luego por el sencillo glaciar donde nos divertimos saltando grietas y hablando de los lugares por donde iba a continuar nuestro viaje.

...a los saltitos










  
                                                                                               
           ¡¡Bonito pero maloliente lugar el Tronador!!



JAME MORENO MONTES


















TRAPITOS PARA LOS PIES: EL MUNDO DEL CALZADO DE MONTAÑA

Hoy en día, afortunadamente para nuestra salud corporal, existen en el mercado distintos tipos de calzado de montaña y centenares de marcas y modelos distintos entre los que elegir. Lejos quedan las Kamet Sexto Grado para hacer de todo, las Cletas para escalar y las “mixtas” para esquiar y hacer marchas (aunque luego veremos que aún hay algo parecido...)

Antiguas botas de montaña con sus tricounis


Y los modernos ferraris de los que disponemos








Hoy lo que quiero hacer es mostraros los tipos de calzado de montaña que tenemos hoy en día, sus usos más habituales o recomendados y enseñaros algunas novedades interesantes.

Botas de alpinismo:
Para mí, la característica esencial para considerar una bota apta para el alpinismo es que sea rígida, ya que una bota semirrígida no trabaja bien con crampones muy técnicos, no admite los automáticos y aporta menor comodidad y seguridad al andar por nieve (peor marcaje de escalones en nieve dura, mayor cansancio para los gemelos...). Todas las botas flexan algo, no existe la rigidez total (aunque sí los distintos grados de rigidez), pero las rígidas las distinguiremos por su reborde anterior para la colocación de crampones automáticos.
Y dentro de estas botas rígidas existen distintos tipos, desde las botas más ligeras y menos calentitas para actividades de día en primavera, hasta las botas de expedición muy aisladas y casi siempre voluminosas. 

Bota simple con guetre incorporado
Tenemos las botas simples, sin botín. Suelen ser de cuero más o menos grueso, de cuero con materiales sintéticos o de materiales sintéticos totalmente. Deben ir forradas y con algún relleno térmico, ya que de lo contrario no tendrían gran capacidad térmica. Este tipo de botas hen dado un salto de gigante en los últimos años con modelos como el Phantom de Scarpa que llevan polaina integrada y relleno de Primaloft, resultando unas botas ligeras y muy calientes.

Bota doble de plástico
Luego están las botas dobles, con botín. Solían ser de plástico, aunque hoy también se hacen de otros materiales, y más calientes y estancas que las botas simples. Pero eso hoy en día ha cambiado, relegándose su uso casi exclusivamente para botas de expedición. A mi me gustan porque para pasar varios días en una tienda de campaña te dan la opción de
meterte dentro con el botín y secarlo, pero lo cierto es que han perdido popularidad debido a los avances de las botas simples.
A día de hoy podemos hablar de botas muy ligeras y muy calientes gracias a la innovación en los materiales y en la construcción. Como ejemplo podemos tomar la nueva Scarpa Rebel Ultra que con unos asombrosos 710 grs de peso por unidad en la talla 42 es una bota muy rígida y bastante caliente.


Rebel Ultra...¡Yo quiero unas!
Cuanto más peso llevemos en los pies, menos será nuestro rendimiento y mayor nuestro cansancio: Buscad botas ligeras y calentitas. El gran pero, el precio. I+D, materiales, artesanía en la construcción y casi siempre algo de marca (claro está) hacen que unas buenas botas de alpinismo rara vez bajen de los 300 euros y fácilmente se pongan en más de 400... ¡Pero los pies lo agradecerán!
Probaos muchos modelos y marcas y no os obsesionéis con una en concreto. La mejor bota de alpinismo es la que mejor le va a nuestros pies.

Detalle de hendidura para crampones automáticos

Botas semirrígidas:
Este seguramente sea el calzado más polivalente para andar por la montaña, no en vano ha sido el tipo de calzado históricamente usado para todo, desde andar por caminos, hasta subir por largas vías de hielo en los Alpes. Son idóneas para hacer alta montaña estival o montañismo invernal, para hacer senderismo por terreno irregular y para largas marchas por montaña. Pero también hemos de conocer sus limitaciones:
No son tan estables como unas rígidas sobre hielo o nieve, nuestros gemelos se cansarán más al usar la técnica de progresión frontal (debido al menor soporte que ofrece una palmilla menos rígida), pueden llegar a ser demasiado duras de suela (aunque esto se evita con las entresuelas de EVA), puede que al llevarlas durante muchas horas los pies se cansen demasiado (como con unas rígidas...) y no ofrecen la posibilidad de usar crampones automáticos, además de no estar recomendadas para crampones rígidos (y para mí, personalmente, tampoco para semirrígidos...).
No uséis botas como esta para senderismo sencillo
La hendidura posterior en el talón y la falta de la misma en la parte anterior nos harán identificar este tipo de botas.
El mercado nos ofrece un amplio surtido de este tipo de calzado. Buscad lo que se adapte a la actividad que realicéis (no llevéis unas Bestard Crossover BG3 para andar por caminos sencillos...), buscad comodidad, ligereza y buenos materiales.

Calzado de senderismo:
Antes para andar por el monte la única opción que teníamos eran las botas. Más o menos flexibles, más o menos altas de caña y de distintos materiales, pero botas al fin y al cabo. Hoy en día también se nos ofrece la posibilidad de escoger unas zapatillas de senderismo y así ahorrarnos unos gramos de peso y seguramente aumentar la comodidad de nuestros pies.
El calzado de senderismo debe ser flexible, ligero, rápido de secar y cómodo, indistintamente de que usemos botas o zapatillas.

Garmont Vetta Lite. Las mías están en el taller :-(
Las botas protegen algo más el tobillo frente a movimientos bruscos o inadecuados que puedan provocar lesiones, es más difícil que nos entren arenilla o piedrecitas al interior, y probablemente su longevidad sea mayor que la de unas zapatillas.
Las zapatillas son más ligeras y flexibles, generalmente más cómodas y nos aportan mayor agilidad en caso de trepadas.
Al igual que con las botas semirrígidas, escoged lo que mejor se adapte a vuestra manera de andar por el monte y el terreno que más frecuentéis.
Mención aparte merecen las llamadas “zapatillas de aproximación”, un tipo de zapatillas de senderismo orientadas a la escalada: Gomas más adherentes, suelas diseñadas para la escalada, bandeleta de goma generosa, lazado de los cordones hasta los dedos... Son muy buenas para hacer crestas, vías de escalada sencillas o para aproximaciones técnicas o con pasos de trepada. Ojo porque algunas pueden ser demasiado finas de suela y poco amortiguadas para largas pateadas, como las (por otra parte geniales) Guide de Five Ten.
También tenemos el calzado de correr por montaña. Muy específico para esa actividad pero que podemos usar muchas veces como una zapatilla de senserimo. Normalmente tienen muy buena estabilidad en la pisada y buena amortiguación. Son muy ligeras y de materiales de secado rápido.

Mi surtido de zapatillas de senderismo. Sobran las de barrancos y no están mis Montrail CTC ni mis Vetta Lite

Para que al usuario le sea más fácil y rápido decidirse por un tipo de calzado u otro, muchas marcas clasifican su línea atendiendo al uso anglosajón:
High mountain (rígidas), Mountain (algunas rigidas y semirrígidas), Trekking (algunas semirrígidas y flexibles) y Hiking (flexibles).
Típica bota de senderimo

El tema de materiales, membranas y demás, lo dejo a gusto del consumidor. Pero no me resisto a daros mi opinión personal basada en años de salir a la montaña y de probar decenas de pares de botas y zapatillas.

Yo personalmente uso botas rígidas para hacer alpinismo, unas semirrígidas para paseos sobre nieve y baja montaña y zapatillas de senderismo para todo lo demás, junto con un híbrido de zapatilla/bota flexible. También tengo unas zapatillas de correr por montaña que uso para entrenar o para aproximaciones sencillas y cortas.
Las rígidas me aportan calor, seguridad y tecnicidad a la hora de escalar en hielo, mixto o roca en invierno. Mis Salomon semirrígidas calor y seguridad sobre nieve sencilla. Mis Garmont Vetta Lite (medio bota medio zapatilla) algo más de contundencia en tresmiles pirenaicos estivales. Y las zapatillas agilidad, comodidad y facilidad de trepada en crestas, aproximaciones y entrenamiento por el monte.

Five Ten Guide Teenie. Un clasicazo
Puede que a alguien le parezca una barbaridad ir con unas zapatillas de aproximación ligeras para hacer la cresta integral del Aneto (desde el collado de Salenques hasta el Pico de Alba) en dos días, pero yo hace años que no uso botas en actividades sin nieve. Considero que tengo la suficiente soltura, seguridad y coordinación a la hora de pisar y progresar por terreno muy irregular como para poder permitirme ir en zapatillas (también tienen algo que ver mis fuertes tobillos...Suerte que tengo).


Mi actual rack de calzado para alpinismo: Arriba bota simple con polaina. Debajo, bota doble de expedición ligeras. Incluyo las botas de esquí porque con este modelo se escala como con una bota de plástico (como las antiguas botas "mixtas"). A la izquierda mis Salomon semirrígidas, regalo de un amigo.

Que un calzado sea impermeable, para mí es bastante secundario. ¿Por qué? Porque una membrana sabemos que mantiene un alto grado de impermeabilidad, pero también mantiene un bajo grado de transpirabilidad, diga lo que diga la publicidad. Al igual que no uso membranas en mi ropa, tampoco las uso en mi calzado, aunque en este último es más difícil elegir porque muchos modelos llevan membrana sí o sí.

Antes muerta que sencilla... No comment...
En las botas de alpinismo transijo, e incluso las busco con membrana si son botas ligeras para primavera, ya que van a estar todo el día mojadas. Aunque unos buenos materiales y una buena impregnación hidrófoba cada temporada, aseguran unos pies secos. Pero en zapatillas no me gustan. Prefiero que sean de materiales ligeros y de rápido secado a que lleven Gore-Tex.
Si llueve mucho, con membrana o sin ella te vas a mojar los pies. Y a la hora del secado (aún las puedes llevar puestas) una membrana hace que éste sea mucho más largo.

En verano los pies sudan mucho (por lo menos a mi) si llevas calzado con membrana, se te van a mojar porque ésta no va a dejar que la humedad salga al mismo ritmo que se produce.
Por lo menos poneos una así, que proteja...

En cuanto a las suelas yo no tengo duda: Vibram o Five Ten. En roca seca todas las suelas agarran más o menos, pero sobre terreno mojado o de fuerte inclinación, estas marcas no tienen competencia. Muchas marcas tienen sus propias suelas, algunas muy buenas, y si un calzado me queda bien y me gusta me lo llevo aunque lleve su propia suela; pero para mí siempre es un punto a favor que lleven suelas reconocidas. Afortunadamente todas las marcas potentes de calzado meten Vibram en sus modelos, y Five Ten no usa otra suela para sus línea.

Esto es lo que yo uso, pero os lo tengo dicho: Usad lo que os funcione a vosotr@s. Tomad lo que os diga la publicidad y la gente sólo como referencia.

¡Ah! Y no olvidéis ir a probaros el calzado por la tarde, cuando ya tenemos los pies algo hinchados de todo el día. Id a muchas tiendas y con tiempo. Y llevad unos calcetines como los que soléis usar en montaña.

Comprad calidad y...

¡¡A reventar botas por el monte!! O tacones...



JAIME MORENO MONTES

ENTRE SOFT SHELLS ANDA EL JUEGO

A principios de los años 80, Schoeller lanzó al mercado un tejido elástico en las 4 direcciones que rápidamente los fabricantes de ropa de montaña comenzaron a utilizar para confeccionar sus prendas. No tuvo mucho éxito porque su peso era muy elevado y la capacidad para proteger de las inclemencias del tiempo era bastante limitada. Unos años más tarde, la firma Polartec sacó el revulsivo americano, mejorando el tejido europeo, y su uso en USA y Canadá comenzó a popularizarse. Los tejidos fueron mejorando poco a poco y fue en Canadá precisamente donde a mediados de los 90  una entonces  recién nacida firma revolucionó el concepto, tan manido últimamente, de soft shell. Hablamos por supuesto de Arc'teryx, cuyas prendas son de las más usadas en los deportes de montaña.
  Pero antes de nada aclaremos el concepto: ¿Qué es un soft shell?
Arcteryx revolucionó la ropa de montaña
Sobre este tema hay innumerables artículos escritos por gurús del material y no voy a dar más vueltas al tema. Si nos ceñimos al invento en sí, un soft shell es lo siguiente: Una prenda altamente transpirable que nos protege a su vez de las inclemencias del tiempo. Punto.
NO tiene por qué ser elástico (existen soft shells mínimamente elásticos), NO lleva membrana alguna (aunque los hay con algo parecido), puede llevar forro en su interior o no, puede ser muy grueso o muy fino y debiera ser resistente a la abrasión y el desgaste. Así que ojo con llamar soft shell a cualquier cosa que la publicidad o el desconocimiento nos digan.
 No es un soft shell: Forros polares con membrana cortaviento, Gore Tex Soft Shell, forros polares con acabado tupido... Por citar los errores más comunes.

El concepto actual engloba aquellas prendas ligeras y transpirables con una alta capacidad cortaviento y una decente resistencia a la humedad exterior. Por tanto, para mi, su sitio ideal está en aquellas actividades altamente aeróbicas donde necesitemos una buena protección frente a los elementos.
Dimension de Patagonia. Uno de los soft shells más resistentes.
  La mayor pega de estas prendas es que no son impermeables, pero si lo pensáis detenidamente casi nunca necesitamos una prenda impermeable puesta todo el tiempo. Hay situaciones en las que se hace casi imprescindible ropa impermeable: Tormentas de verano, Patagonia, Escocia, nevadas muy húmedas... Pero yo hace años que no uso una chaqueta impermeable para hacer monte. Me explico:
  Siempre la llevo en la mochila en verano (tormentas) y otoño (pues eso, agua) y si voy a hacer roca en primavera (lo mismo). Pero en invierno y primavera al hacer nieve la dejo en casa. Razón: En esa época no llueve, nieva, y la nieve no cala el soft shell; y si llueve, es hora de irse al bar o a casita porque eso significa que la temperatura es muy alta, y en la pared, además de agua, seguro que caen piedrecitas y avalanchitas.

Escalando en Gredos a -12º con una chaqueta fina





Forro interior de un soft shell "gordito"



Otro día daremos un repaso al tema de la vestimenta por capas. A cada uno nos gusta una manera de vestirnos y de usar las prendas, y lo que a una persona le va bien, puede no irle igual a otra.  
   Busca, compara y si te funciona ¡¡Quédatelo!!



JAIME MORENO MONTES



FORADADA DEL TOSCAR. ¡¡UNA FERRATA CON AMBIENTAZO!!

Las vías ferratas, acercan la verticalidad de la montaña y la acrobacia de los movimientos para superarla al público que no está acostumbrado a la escalada ni tiene los conocimientos necesarios para practicarla, lo que no quita que haya mucha gente que también escala y haga vías ferratas como una actividad más.

Realmente poco tiene que ver una ferrata con la escalada, ya que en la ferrata de lo que se trata es de facilitar el acceso a la cima de una pared o montaña con la mayor seguridad posible, cosa que no siempre sucede escalando. En las ferratas encontraremos en todo momento elementos que nos ayudarán en la progresión (cadenas, grapas, escalones...) y desde que salimos del suelo hasta que acabamos, estamos anclados a un cable de acero mediante un elemento disipador de energía y unos mosquetones especialmente preparados (homologación K, que resisten choques contra metal), aunque evidentemente también existen unas ferratas más difíciles que otras, existiendo varios sistemas de graduación de la dificultad.

Aunque podemos leer en otros lugares de internet que las primeras ferratas aparecieron en Austria a mediados del siglo XIX, esto no es cierto. En aquella época lo que aparecieron fueron caminos equipados para ayudar a los montañeros a alcanzar algunas cimas, pero no podemos hablar de ferratas como tal, de hecho se colocaban cuerdas en el recorrido, no cables de acero y demás ferralla que es lo que da nombre a nuestro protagonista de hoy.

Las primeras vías ferratas aparecen en el macizo alpino de Dolomitas durante la I Guerra Mundial. Se instalaron para favorecer el paso a través del macizo en vez de rodearlo y para alcanzar cimas estratégicas y pustos en las alturas. Aún hoy podemos recirrer algunos de estos caminos equipados.

Fue años después cuando estos caminos fueron usados como forma de ocio, dando lugar a la restauración de antiguas vías y a la creación de nuevas. El paraíso de las ferratas se encuentra en Austria, Italia y Alemania, pero ya las hay en muchos otros países, como por ejemplo el nuestro, donde cada vez son más abundantes.
Aproximando a la vía

Y para enseñaros una de ellas, os traigo una espectacular: La de Foradada del Toscar.
En la provincia de Huesca, muy cerquita de Aínsa, encontramos este pequeño pueblo con su escuela de escalada y su ferrata.

Con un desnivel de unos 240m y un recorrido de unos 600m, se ha convertido en una ferrata muy popular tanto para los habituales como para los guías que conducen grupos por ella.
Es una ferrata espectacular, pero es muy aérea y tiene algún paso expuesto, con algún tramo de roca muy rota y una sensación de vacío constante.
Yo la recomendaría sólo para gente experimentada o para ir con un Guía.

Por ahí se sube




Cartel de info y recomendaciones














Paso horizontal al poco de comenzar



En la canal
Consta de tres partes. La primera muy vertical por unos muros de roca y una canal hasta alcanzar lo alto de una crestita. La segunda al otro lado de la cresta, por donde descenderemos algo de los subido. Abundantes pasos horizontales. Muy divertido. 










Esto no es una ferrata, ¡¡es un book de Dani!!















Y el tercer tramo se encuentra después de un gran puente colgante (desde donde existe un escapa por un senderillo hacia la izquierda) y nos sube hasta lo más alto de la ferrata por terreno un poco agreste y sin dificultad.

Por encima de uno de los puentes








El descenso se encuentra semiequipado, pero hay que andar con ojo a los resbalones y la roca suelta.

En un par de horas más 40 min de regreso podemos tenerla hecha.


Pasos acrobáticos y expuestillos











Llegando al final del segundo tramo

Situación:

Carretera N-260 que une Aínsa y Campo (Huesca).

Desde Aínsa a 1km más o menos antes de llegar a Foradada veremos una pista con una explanadita a nuestra izquierda (cartel de vía ferrata). En la explanadita dejamos el coche y tomando la pista que sube y siguiendo las indicaciones, en unos 15min estaremos a pie de vía.



JAIME MORENO MONTES