29 DE JULIO: Vía Ferrata de Foradada del Toscar

Hoy hemos aprovechado nuestra visita por la zona para realizar la Vía Ferrata de Foradada del Toscar. Equipada hace un par de años, esta vía ferrata es una de las mejores de la zona y permite realizar una actividad muy completa en la zona. Desde nuestro alojamiento en Saravillo hemos bajado hasta Ainsa y dirección Campo la entrada de la vía ferrata está antes de llegar al Puerto de Foradada del Toscar. Desde donde se deja el coche, andando hay unos 15 minutos hasta la base de la vía, así que podemos ir equipados perfectamente desde el mismo coche. La vía tiene sombra hasta las 11 de la mañana más  o menos y despues es bastante calurosa. La primera parte es bastante vertical, unos 50 metros rectos que terminan en una travesía de unos 10 metros para entrar en una zona cerrada. Ojo en esta zona porque hay bastante caida de piedras de la zona de arriba que hay mucha gravilla. Una vez alcanzado lo alto de esta zona hay una travesía pequeña siempre tendiendo hacia la izquierda y en breve vuelve la zona vertical, màs travesía y más zona vertical. De esta manera, poco a poco vamos atravesando toda la pared que teniamos delante nuestra.

 Travesía de la Segunda Zona.


Los chicos van perfectamente así que voy bastante relajado. El día de ayer pasa factura, pero estamos en forma, así que avanzamos con bastante velocidad. La siguiente zona de la ferrata sale un poco más  a la vertical de las paredes y da bastante impresión, ya que lo primero que hace es subir hacia un puente de madera y poco despues atravesar un pequeño puente de mono de cable, nada comparado con el famoso puente de la Hermida, que atravesamos hace unas semanas...


Ramón relajado en el Puente de Mono


Desde este puente realizar una subida bastante dificil y que incluso extraploma en algún cambio para acceder a una de las cumbre de la vía ferrata. Unas vistas espectaculares y quizás la parte que más expuesta esté de la vía, llegar a la travesía y la propia travesía. Sin demasiados sobresaltos vamos superando estos tramos. Al final una última travesía y el puente colgante nos llevan al final de la parte intermedia de esta vía ferrata. Desde aquí se puede salir por un escape. La siguiente parte es una sucesión de escalones con menos interes que la primera parte, no obstante, si se tiene tiempo merece la pena realizarlo.


Último puente tibetano.


El descenso es sencillo, pero hay que tener cuidado con la pedrera. Desde el principio de la vía regresamos en unos 20 minutos al coche de nuevo.
Una pequeña parada de avituallamiento en el Lleida, unos platos combinados y de vuelta a Madrid. Un viaje con mucho éxito.




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